Y aquí estoy yo

Y aquí estoy yo, parado frente a esta gente que no conozco con los ojos y la mente nublados y el sol quemando mi espalda, no sopla el viento y el calor me hace sudar a chorros ¡mierda no llega el maldito bus, han pasado casi 30 minutos y el bus no asoma, estas personas son extrañas, todas hablan bajo un mismo código pero sus palabras disocian, sus gestos son fuertes y marcados y todos parecen ser inmunes al calor que ya esta desesperándome.

Mejor respiro, miro mis manos sobra las varillas, mis brazos delgados y largos, y me doy cuenta que hace mucho no corre sangre, tal vez son deseos, perversiones, alusiones o letras derretidas pero estoy seguro que no es sangre, que invento tan estúpido ese de las venas.

Miro el reloj y solo han pasado tres minutos, es absurdo, hace 15 minutos debió haber pasado el bus y el volumen de las palabras que escucho aumenta, me taladra el cerebro escuchar tantas palabras parecidas hablando de cosas tan diferentes. Se me seco la garganta, la boca y tengo la saliva como espuma, necesito un vaso de agua, pero tal vez al momento de irme llegue el bus y tenga que esperar otra eternidad bajo ese calor insoportable.

No soporto seguir viendo todo esto mejor cierro los ojos y la imagino, que linda es esa niña que me espera sentada en el parque bajo ese arbolito imaginario, que lindo es besarla y abrazarla, quitarle el vestido para verla, que lindo es saber que está tranquila y fresquita eso me refresca un rato.

Por fin el bus llegó, ya casi son cinco de la tarde y el camino dura media hora, no quiero que nadie se siente a mi lado necesito respirar un poco, las calles con huecos marcan un ritmo que me ayuda a dormir, los ojos están casi cerrados hace unas horas y solo necesitan descansar, miro un punto en el aire que se oscurece de a pocos, luego hilos de luz lo unen con otro punto más cerca, empieza un baile místico que no hace más que unir puntos unir con lazos brillantes y desunir otros que ya secaron su luz.

Mi teléfono suena y me despierta, es esa hermosa niña del árbol que me espera y me pregunta, ¿Dónde estoy?

Mierda me acabo de dar cuenta que no sé donde estoy, veo casas pero en la ciudad hay muchas, arboles también pero ninguno marca un sitio especifico, ¿hace cuanto me perdí?

¿Hace cuanto no sé donde camino o donde voy dejando mi amor botado?, espera no cuelgues que estoy pensando donde estoy ¡

-Creo que ya estoy cerca, espérame no te muevas de tu sitio que tengo que contarte muchas historias.

Ya me baje del bus y estoy caminando, creo que la veo está sentada esperando algo

¿Será que me espera a mí? Lo dudo mucho su mirada se pierde en el viento, sus ojos se mueven pero no ven nada en realidad. Tengo que acercarme despacio, sin asustarla ni amedrentarla, sentarme a su lado me serviría mucho, tocaría su cara y escucharía sus historias, la besaría y de nuevo...

Mejor no, no me le acercare, dejare el espacio de su silla libre y seguiré siendo feliz así, viéndola desde lejos, besándola sin besarla y amándola sin limitaciones visuales.

Dejemos que pase la tarde de una vez ¡

La noche a veces me hipnotiza y habla por mí, a veces te busca y te conquista, te besa como lo haría yo, te desnuda y duerme contigo.

Por eso amo la noche porque la oscuridad oculta mis miedos y puedo salir, pelear contra el viento, sin mascaras sin escudo y de frente con el tiempo matar la realidad.

Ya me canse, me acercare y le hablare, diré lo primero que suene en mi cabeza y esperare la reacción.

-¿A dónde vas a esta hora?

- A mi casa- respondió

Esperaba más que eso pero ya rompí la barrera y estoy hablando

-          ¿Te acompaño?

-          Si quieres hazlo

¿Si quiero? ¿Me preguntas si quiero acompañarte a tu casa, cuando sería capaz de caminar el infierno entero de tu mano? Si quiero, respondí un poco apresurado causando en ti una sonrisa.

Caminamos un rato en silencio y para mi estaba bien, pude soñar que éramos amantes que después de una discusión caminan en silencio y sin mirarse, y luego tras unos pasos en la misma dirección sellan la reconciliación.

El silencio no me gusta mejor digo lo que tengo que decir y me puedo largar a morirme en cualquier parte.

-hace mucho tiempo que observo cada uno de tus movimientos, no tengo más sentimientos hacia ti que un fuerte amor que no me deja moverme en dirección contraria a la tuya, quisiera que aceptaras amarme sin preguntar nada y sin esperar de mí una sola respuesta

Al contrario de lo que pensé ni siquiera se inmuto como si tal como yo esperara ese momento y supiera que palabras exactas saldrían de mi boca en el momento exacto.

-no te amo y no lo hare solo porque me lo pidas, el amor nace solo y sin avisar, pero si tu quieres puedo besarte.

- no quiero tus besos ya he soñado con ellos muchas noches y los conozco, los pruebo y me deleito, pero los odio, me amarran a tu boca q no existe, a tu imagen que ahora tengo enfrente y a tu corazón que se cierra.

Definitivamente no quiero besos,

Quiero inhalar su aroma, atado a tu cintura viajar juntos al silencio, que lindo es el silencio con su voz, ¿un beso?

Qué cosa tan absurda yo me muero por coser tu alma a la mía y tu estas dispuesta a besarme?

Lo intentaré

-oye! No te vayas, si quiero besarte perdóname si te muerdo un poco la boca pero es inevitable.

Es cierto es el mejor beso que he recibido, y en el momento que una caricia se interpone en el medio me detengo, -¿Por qué puedes besarme y no te esfuerzas por amarme?

-es fácil generar acciones, los sentimientos no se crean, fluyen por una fuerza natural que creo el universo, a base emociones y sensaciones, sustancias que se juntan y se explotan, no es nada mental es un proceso más complicado, si quieres puedo seguir besándote, dormiremos juntos si lo deseas, pero amarte no será posible.

Seguía moviendo su boca y se ella salían las letras coloridas y gordas, -debería callarse-              pensé debería dejar de decir estupideces, ¿no se da cuenta que creó un universo en mi? ¿Que ella es esa fuerza natural de la que habla, que sus emociones crean sensaciones que en mi se juntan y estallan?, no entendería nada de eso ella no sabe lo que representa en mí, no sabe que mis escritos no son más que los retratos de su cuerpo pintados por mi alma.

Como quisiera que existiera que se saliera de mis sueños para poder abrazarla, enredarla en los hilos brillantes que aun unen puntos, me tatuaría ese arbolito en el pecho para no perderme nunca, caminaría a su lado un rato y le diría --¿A dónde vas a esta hora? ¿Aceptaras amarme sin preguntar nada y sin esperar de mí una sola respuesta? Y ella respondería-ya nos amamos hace un tiempo y nuestras manos se unieron para buscar refugio. Mejor deja de alucinar y durmamos unos días más, años tal vez. Reúne todas las emociones, sensaciones y sustancias y hagamos amor puro, verde y brillante, deja de escribir en el viento que el calor es insoportable.

                                                                        Camilo Orjuela