Y se detuvo enfrente a mi me dijo con su cara alta, yo he caminado descalza por montes y caminos que tenia q abrir a machete, mate un marrano de una solo balazo y chillaba como una perra herida. Yo quiero caminar más seguido por este camino dije sin dejar de mirar esa garza grande que aleteaba de azul a amarillo sin dejar ver el verde, usted solo quiere alucinar yo me le pare enfrente a ese marrano y escuche como chillaba, se que solo quiere perderse entre los sonidos y entretener a las vacas para que caguen toda la magia que cargan adentro. Vi los ojos del marrano cuando mentía, y ahora lo veo en usted que sigue ahí mirando esa garza estúpida y chillando como una perra herida.
Se nos envolvió el silencio entre la mirada baja que recordaba el camino con construcciones, el camino con bicicletas que no existen pero deberían, con una amiga que nos espera para matarnos y decirnos, ahórrense el camino y échense al agua azul y olorosa aléjense de la gente que los mire mas allá de las ropas y aléjense tomen un camino más largo y el otro uno más corto, mírense de frente y díganse que no importa, que si es por los condones se los robaran en la oscuridad de una luz gradiente hacia el sonoro repudio del silencio.
Sin esperar conocer la verdad sobre el tiempo, miramos el reloj y cortamos la fuente de la palabra. Camina, pero sin hablar, camina, pero conociendo, palpando, deseando perfume de gas carbónico, camina. Pero sin mirar, sin conocer, sin esperar que te diga- no me pasa nada, la vida me consiente el cabello y prefiero halarte la mano que sacarte el alma a mordiscos
Prefiero cocinarte bajo el sol calmante, alucinaciones de tiempo lejano con lo que eras antes de conocerte antes de olerte toda todita, con tu aliento de macoña con tus piernas partidas porque hemos caminado horas, milenios tal vez y solo hemos conseguido percibirnos.
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