jueves, 26 de mayo de 2011

En la mañana...


Por la mañana matare un cristiano, me quitare una pierna, caminare descalzo, escupiré una monja, arare la tierra, sembrare un árbol y en la noche dormiré tranquilo, volveré a despertar y caminare hacia el sur, la tarde estará azul y a las dos y media me sentiré como que no entiendo nada,  como que necesito envenenarme el alma con deseos, como que alrededor de la fogata se sentaron los orgasmos, los vestidos y los camaleones, y saldré de nuevo, llorare tu ausencia, cerrare las puertas, te besare en la boca y de nuevo de echaré lejos.
A eso de las cuatro me sentiré vacio, llenare una cuchara de silencios, y me los tragare, la tarde se me pasara, y las seis  me temblaran las manos, sonreiré como paso a paso, cruzare la avenida que corre bajo mis ojos cansados.
Luego encontrare en ella lo que no pude encontrar en nadie, abriendo la boca de a poquitos me preguntara que si lo conozco- se llama Nicolás y nunca sonreía si no estaba yo, tenía la ropa negra y cada mañana se recogía el cabello, me besaba en el cuello y se iba para la noche. Hasta que un día el conductor de la ambulancia que lo llevaba a curar las heridas de rutina, se aburrió tanto que se bajo a darle machete a el de la otra ambulancia, ahí se murió el pobrecito- me preguntara que si quiero comer algo, le diré que no que gracias. Le preguntare si te conoce. Si conoce tus labios, tus ojos tu boca y tus senos que hace unos días que me extrañas y yo a ti, le diré que no se imagina cuanto, le preguntare más tarde si quiere dejar todo botado, dejar de pelar tomates e irse lejos conmigo.
La besare en la boca y de nuevo le preguntare por ti
Alcatraz, Reginia ,1Xx26

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