Acaso no me daba cuenta que el objeto del hierro ardiente era el de precipitarme al pozo ?
Edgar Allan Poe
Cuanto tengo que excavar para convencerme que no hay nada?
¿Cuanta tinta desgastada en invenciones absurdas?
Desde que empiezo a soñar me infiltro en lo utopico, los ojos brillan y las heridas sanan,
Los segundos se niegan a moriry me mantienen volando sobre triadas perfectas. Pero la realidad golpea en mi cara y un blanco grisoso tiñe el viaje.
Los ojos sangran y las heridas sanan pero el dolor es cruel. Recuerda que tu imagen se creo entre los sueñosy se tallo en mi espiritu hasta el punto que el universo entero se compadecio
¡Ya no!
Ya no brota libertad de las piedras y mis pies se cansaron de perseguir el sueño
Caigo sobre renglones ilegibles y mi espiritu se niega a levantarse obligandome a perseguir tu aroma, yo solo el resto de aquel eterno segundo.
Camilo Orjuela
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