Puede estar seguro que por más simbólico que sea, las latas de atún no hablan, aunque puede ser producto del serena miento que me produce recogerme el cabello de esta manera tan peculiar que hace años no practicaba. Un estado que no conocía la música dejo de tener sentido alguno hace más o menos un día, mis recuerdos están tan cerca a mí que solo existen desde los de dos horas anteriores.
No espero alocuciones o que salga el presidente a estudiar mi caso, creo que ese gordo llegaría a mi casa y antes de entrar se comería los huesos para envenenar perros que hace dos días reposa esperando y que mi madre ordeno fuera recogido pero como es la voz más fría nadie la toma en cuenta
Ese gordo suena en la radio más que amy Winehouse y eso que ella acaba de morir hace dos días, pero es que nadie le puso atención, ella iba caminando con esa forma tan de ella que tiene de caminar, ignorando todo eso que a veces lo tienta a uno a votarse al piso, iba ella tan ella, y de repende vio acercándose a la muerte esa roja y descascarada que camina como flotando como descarada es esa muerte roja.
Y entonces se le hecho pa encima y ella que nada que la dejara tranquila porque yesterday all my troubles volaron lejos…. Y se puso a llorar la muerte porque paul mc cartney ya estaba muerto y al que la gente veia desde hace mucho cantando era un impostor, eso seria como engañar a la muerte, entonces la muerte lloro, y amy salio a correr como quien corre delante de la muerte, pero esa roja y descarada ¡tenga! Que le lanzo una pata y termino con ella finsihhh him ¡!! Nada, no es justo y tan morenita que era, y tan acomplejadita, y tan arrugadita en los bordes de la boquita, es que esa amy era todo un aparato bien hecho, cantaba durísimo y a la gente le gustaba, un dia a una señora le revento los oídos pero no le importo, le dijo “fresca que no importa murieron en su ley” y después con los oídos sangrando como era que bailaba solo viéndole mover la boca. Esa señora vieja señorita o vieja nada sabia hacer mejor que bailar en los bares abiertos a las 2 am, llegaba a su casa corriendo del trabajo y hacia el amor con su esposo (con el de ella) hacían el amor dos o tres veces y ella le decía que bueno que chévere, pero q ahora la llevara a bailar y el Papote ese que tenia de esposo le decía q suerte que se fuera sola, que a el no le gustaban los bares esos tan oscuros, tan hamacas, tan billares, tan pola, a mil cuatrosientos, entonces ella se ponía bravísima y le dejaba un chupon bien grande en un cachete para que todos se le rieran.
Ella entonces, bajaba las escaleras corriendo, cinco pisos bajaba y en cada piso se acordaba de un hijo, tenia cinco entonces los tenia completicos. Llegaba a la portería y le decía al vigilante que papi que como es que limpia el revolver, y seguía corriendo corria por la Av. Nubes hasta llegar al puente, y ahí giraba por Trueno, (nunca supo que ere esa el camino mas largo) entonces corria y seguía corriendo y cuando por fin iba a llegar al bar una cuadra antes, frenaba y que ¡tenga! Unos dos y tres juetazos pa que los sienta, entonces claro se prendía la rumba y era baile que baile, tome que tome y uno dos tres, nunca frenaba de bailar, lo que hacia cuando estaba cansada era acercarse dia poquitos a los sofás y se votaba se desgonzaba ahí y dormía un rato y soñaba con que el vigilante no limpiaba el revolver por una semana entonces ella ya no tenia que decirle al salir y se le tiraba las fiestas y los baila que baile y los tome que tome. Se despertaba asustada y lloraba, entonces paraban la música y le decían que bueno que no llorara que mejor sudara, que mejor moviera esas caderitas esos muslitos y nalguitas.
Yo por mi parte los dejo, afuera las cosas están pesadas, afuera la muerte roja me casi-alcanza no quiero llorar porque a estas alturas de la vida es mejor sudar, y no quiero seguir pensando en todo lo que debí haber hecho o dicho en el momento exacto en que no lo hice o dije, y es que tienen que ser tan duros conmigo?, no saben nada ustedes sobre lo que me asfixia no saben nada y aun asi siguen pensándome reviviéndome cada que les da la gana, siguen creyendo que yo vivo, cuando ni siquiera ustedes saben que es vivir, que es deshojarse siendo hoja, o que es ramificarse sin ser árbol, no creo que pueda encontrar compasión entre los ojos que repasan con casi-morbo estas líneas esperando encontrar mi sangre pegada, esperando encontrar pedacitos de mi espíritu que se casi-aspiran en cada pasar de su nariz por el texto, ahora tendrán mi parte más fea, la que se casi-pudre entre las arrugitas del ser, no se mientan no sean tan descascarados, vuelvan atrás y mátense, ojala sus oídos fueran quienes explotaran o la mala muerte fuera quien los casi-alcanza.
Camilo Orjuela